JAMES JOYCE
"Gas de un mechero"
Damas
y caballeros, estáis aquí reunidos
Para
oír por qué cielo y tierra se conmovieron
Por
culpa de las siniestras, negras artes
De
un escritor irlandés en el extranjero.
Hace
diez años que su libro me envió.
Más
o menos lo leí unas cien veces,
De
delante hacia atrás, de abajo a arriba,
A
través de los dos extremos del telescopio.
Completo
lo imprimí, hasta la mismísima última palabra.
Pero
gracias a la merced del Señor,
Las
tinieblas de mi mente se rasgaron,
Y
vi el intento repugnante del autor.
Pues
un deber tengo hacia Irlanda:
Su
honor con mi mano guardo.
Esta
hermosa tierra que siempre envió
Sus
escritores y artistas el destierro,
Y
con espíritu típico de chanza irlandesa
A
sus adalides traicionó uno a uno.
Fue
el seco, mojado humor de Irlanda
El
que cal viva arrojó a los ojos de Parnell;
Son
los cerebros irlandeses quienes de su destino
Salvan
el resquebrajedo barco del Obispo de Roma,
Porque
todo el mundo sabe que el Papa no puede
Eructar
sin el consentimiento de Billy Walsh.
Oh
Irlanda, primera y sola querencia mía,
Donde
Cristo y César mano y guante son.
Oh
hermosa tierra donde el trébol crece.
(Permitidme,
señoras, que me suene).
No
me importa un bledo deciros, para que me censuréis,
Que
publiqué los poemas de Mountainy Mutton,
Y
una comedia que escribió (seguro estoy
De
que la leísteis) donde se habla de "bastardo",
"Fornicador"
y "ramera", y otra obra
Sobre
La Palabra y el Santo Pablo y de algunas
Piernas
femeninas que no puedo recordar,
Todo
ello escrito por Moore, caballero genuino,
Que
vive del diez por ciento de su heredad
He
impreso libros místicos por docenas:
El
libro de recetas de Coussins, aunque
(Y
os ruego que me perdonéis) sobre el verso diré
Que
envidia daría a vuestros traseros el no haberlos
Escrito:
El folklore del Norte y del Sur
Por
Gregory, La de la Boca Dorada publiqué:
Tristes,
tontos, solemnes poetas imprimí:
Patrick,
cómo-se-llama-Colm: al ilustre
John
Milicent Synge, quien el espíritu eleva
Sobre
angélica ala con la muda del trotamundos,
Quien
como hato la robó de la bolsa de viaje
De
un director de Maunsel. Pero la cruz
Y
raya trazo sobre ese condenado sujeto
Que
por aquí anduvo, vestido de amarillo austriaco,
Declamando
italiano que O'Leary Curtis
Y
John Wyse Power pagaban por horas,
Quien
escribió sobre Dublín, sucia, amada, de tal
Forma
que ningún impresor, por muy africano,
De
tan negro que sea, podría tolerarlo.
¡Mierda
y cebollas! ¿Pensasteis que imprimiría
El
nombre del monumento a Wellington,
El
de Sydney Parade, y el del tranvía de Sandymount,
El
de la pastelería de Downes, el del jamón
De
William? ¡Maldito sea si así lo hago! iQue al fuego
Me
condene! ¡Hablar sobre los Irish Names of Places!.
Me
maravilla pensar, y sobre mi alma lo juro
El
que el autor olvidara mencionar el Curly's Hole.
No,
señoras, mi imprenta no tomará parte
En
un libelo tan basto sobre la Madrastra Erin.
Piedad
tengo del pobre, por ello tomé
A
un escocés pelirrojo para que vigile mi libro.
iEscocia,
pobre hermana! Su destino es derrumbarse;
Más
Estuardos que vender ya no encuentra
Delicada
es mi conciencia como seda china:
Mi
corazón tan suave como el requesón.
Colm
puede deciros que hice una rebaja
De
cien libras sobre el presupuesto
Que
le di para imprimir su Irish Review.
Amo
a mi pais, ¡por los arenques que lo amo!
Quisiera
que ver pudierais las lágrimas
Que
sollozo al pensar en el barco, en el tren
De
los emigrantes. Por tal causa para todo el mundo
Publico
esta guía de ferrocarriles tan ilegible.
A
la puertas de mi imprenta la pobre,
Digna
prostituta, juega cada noche a la lucha libre
Con
su británico artillero de calzones ajustados, y el extranjero
El
don de la locuacidad aprende
De
la borracha, desaliñada, ramera Dublín.
¿Quién
fue el que dijo, «No resistid al mal»?.
Ese
libro quemaré, aunque el diablo me lleve.
Cantaré
un salmo mientras veo cómo se incendia,
Y
las cenizas guardaré en un ánfora.
Penitencia
haré con vientos y gemidos,
De
hinojos, sobre mis canillas. La próxima
Cuaresma
me desnudaré las penitentes
Nalgas
al aire, y gimoteando, junto a la imprenta
Confesaré
mi espantoso pecado.
Mi
capataz irlandés, de Bannockburn,
Hundirá
la mano derecha en la urna,
Y
firmará con pulgar reverente una equis,
Memento
homo sobre mi culo.
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