ROBERT FROST
“El potro
desbocado”
Tiempo
ha, cuando la nieve empezaba a caer,
Nos
detuvimos junto, a unos pastos... ¿De quién será
Aquel
potro?", dijimos. El pequeño Morgan había
Puesto
una pata delantera sobre el muro de piedra
Y
la otra sobre el pecho, encogida. Agachando
La
cabeza, nos contempló un instante y huyó.
Escuchamos
el diminuto retumbo de su fuga,
Y
nos pareció verle, una sombra gris recortándose
Contra
el inmenso cortinaje de los copos de nieve.
"Ese
pequeño está asustado de la nieve que cae.
No
conoce el invierno. Para ese pequeñuelo
No
es cosa baladí. Y huye trotando.
Ni
su madre podría decirle: "¡Quieto! ¡Es sólo el tiempo!"
El
pensaría que ella sólo habla por hablar.
¿Dónde
estará su madre? ¿Por qué no va con él?"
El
potro ya regresa con su pétreo repiqueteo,
Salta
de nuevo el muro con ojos blanquecinos
Y
erguida la cola sin pelo.
Hace
temblar su piel como si sacudiera moscas.
"Quienquiera
que deja ese potro afuera tan tarde,
Cuando
los demás animales están en el establo,
Hay
que avisarle para que salga y lo haga entrar."
No hay comentarios:
Publicar un comentario