KEITH DOUGLAS
“Simplifíquenme cuando haya muerto”
Recuérdenme cuando
haya muerto
Y simplifíquenme
cuando haya muerto.
Como los procesos de
la tierra
Despojan del color y
de la piel;
Se llevarán el pelo
castaño y los ojos azules
Y me dejarán más
simple que en la hora del nacimiento,
Cuando sin pelos
llegué aullando
Mientras la Luna
aparecía en el frío firmamento.
Acaso de mi
esqueleto,
Ya tan despojado, un
docto dirá:
"Era de tal tipo
y de tal inteligencia", y nada más.
Así, cuando en un año
se derrumben
Recuerdos
específicos, podrán
Deducir, del largo
dolor que soporté
Las opiniones que
sustentaba, quién fue mi enemigo
Y lo que dejé, hasta
mi apariencia
Pero los incidentes
no servirán de guía.
El telescopio
invertido del tiempo mostrará
Un hombre diminuto
dentro de diez años
Y por la distancia
simplificado.
A través de ese lente
observen si parezco
Sustancia o nada:
merecedor
De renombre en el
mundo o de un piadoso olvido,
Sin dejarse arrastrar
por momentáneo enojo
O por el amor a una
decisión,
Llegando sin prisa a
una opinión.
Recuérdenme cuando
haya muerto
Y simplifíquenme
cuando haya muerto.
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