sábado, 12 de septiembre de 2015

RAFAEL POMBO "A intacta"

RAFAEL POMBO
"A intacta"


¿No sientes tú que tu exquisita boca
Pide otra boca que se estampe en ella,
Y un mirar que incendiador destella
La bomba de los ósculos provoca?

¿Que para cárcel de tu pecho es poca
Esa malla que mórbido atropella;
Y en fin, que cuando Dios te hizo tan bella
No dijo: "Esto se mira y no se toca"?

¿No sientes que tú misma no te sientes
En todo tu sabor mientras no expriman
En ti tu rico jugo extraños dientes?

¿Y que aguardas los brazos que te opriman
Tal como inerte y mudo aguarda el piano
De ágil virtuoso la potente mano?

jueves, 10 de septiembre de 2015

JOSEFINA PLÁ "Concepción"

JOSEFINA PLÁ
"Concepción"







Tú no lo sabes, hombre, tú no lo piensas, ciego.
Esta noche mi cuerpo será, ¡oh antiguo nauta!
El puerto de que zarpen las naves de otra aurora.


Me tendrás a tu lado. Me besarás. Y luego,
Como al moreno cántaro que espera al fin del surco,
A mi sumiso cuerpo se alargarán tus brazos.
Se saciará tu sed: la exigua sed de un hombre.

De mi lecho después, en largas madrugadas
Hacer creerás el blanco camino del olvido.
Y sin embargo, ciego piloto de mi entraña,
Conmigo habrás llegado por una noche sola,

A la encantada playa donde no está tu muerte.
Por el nocturno río caliente de mi sangre
Irán tus ojos lejos, para jamás volverse,
Tu voz prenderá en roca para perennes ecos.

Tú no lo sabes, hombre, tú no lo piensas, ciego.
Esta noche mi cuerpo será, ¡oh antiguo nauta!
El puerto de que zarpen las naves de otra aurora.

JOSEFINA PLÁ "Amanecer"

JOSEFINA PLÁ "Amanecer"



A Gastón Figueira.

La mañana irisada, como fino cristal
Se curvó sobre el ancho campo reverdeciente.
A la abismal succión del azul transparente,
Agriétase la carne de un ansia germinal.

Y a la blondez purísima de su desnudez tierna,
La mísera corteza se nos cuartea en congoja,
Y un sollozo nos sube desde la honda cisterna
En sombra donde el párpado su penitencia moja.


El dolor de las alas imposibles
Nos curva más bajo el cansancio irredimible
Que se adhiere a la carne dolorosa:
Y en la punta de una hoja, radiante y temblorosa,
La gota de rocío
Nos finge aquella lágrima inefable
En que, por fin, pudiera el alma miserable
Volcar la última gota amarga del hastío.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

ALEJANDRA PIZARNIK "Cantora nocturna"

ALEJANDRA PIZARNIK
"Cantora nocturna"


Joe, macht die Musik von damals nacht.

La que murió de su vestido azul está cantando.
Canta imbuida de muerte al sol de su ebriedad.

Adentro de su canción hay un vestido azul, hay
Un caballo blanco, hay un corazón verde tatuado
Con los ecos de los latidos de su corazón
Muerto.

Expuesta a todas las perdiciones, ella
Canta junto a una niña extraviada que es ella:
Su amuleto de la buena suerte. Y a pesar de la
Niebla verde en los labios y del frío gris en los
Ojos, su voz corroe la distancia que se abre entre
La sed y la mano que busca el vaso.


Ella canta.

ALEJANDRA PIZARNIK "Caminos del espejo"

ALEJANDRA PIZARNIK
"Caminos del espejo"


I

Y sobre todo mirar con inocencia. Como si no pasara nada, lo cual es cierto.

II

Pero a ti quiero mirarte hasta que tu rostro se aleje de mi miedo como un pájaro del borde filoso de la noche.

III

Como una niña de tiza rosada en un muro muy viejo súbitamente borrada por la lluvia.

IV

Como cuando se abre una flor y revela el corazón que no tiene.

V

Todos los gestos de mi cuerpo y de mi voz para hacer de mí la ofrenda, el ramo que abandona el viento en el umbral.

VI

Cubre la memoria de tu cara con la máscara de la que serás y asusta a la niña que fuiste.

VII

La noche de los dos se dispersó con la niebla. Es la estación de los alimentos fríos.

VIII

Y la sed, mi memoria es de la sed, yo abajo, en el fondo, en el pozo, yo bebía, recuerdo.

IX

Caer como un animal herido en el lugar que iba a ser de revelaciones.

X

Como quien no quiere la cosa. Ninguna cosa. Boca cosida. Párpados cosidos. Me olvidé. Adentro el viento. Todo cerrado y el viento adentro.

XI

Al negro sol del silencio las palabras se doraban.

XII

Pero el silencio es cierto. Por eso escribo. Estoy sola y escribo. No, no estoy sola. Hay alguien aquí que tiembla.

XIII

Aún si digo sol y luna y estrella me refiero a cosas que me suceden. ¿Y qué deseaba yo?
Deseaba un silencio perfecto.
Por eso hablo.

XIV

La noche tiene la forma de un grito de lobo.

XV

Delicia de perderse en la imagen presentida. Yo me levanté de mi cadáver, yo fui en busca de quien soy. Peregrina de mí, he ido hacia la que duerme en un país al viento.

XVI

Mi caída sin fin a mi caída sin fin en donde nadie me aguardó pues al mirar quién me aguardaba no vi otra cosa que a mí misma.

XVII

Algo caía en el silencio. Mi última palabra fue yo pero me refería al alba luminosa.

XVIII

Flores amarillas constelan un círculo de tierra azul. El agua tiembla llena de viento.

XIX

Deslumbramiento del día, pájaros amarillos en la mañana. Una mano desata tinieblas, una mano arrastra la cabellera de una ahogada que no cesa de pasar por el espejo. Volver a la memoria del cuerpo, he de volver a mis huesos en duelo, he de comprender lo que dice mi voz.

martes, 8 de septiembre de 2015

CARLOS PELLICER "Amor sin nombre"

CARLOS PELLICER
"Amor sin nombre"


Amor sin nombre, ámbito destino
De ser y de no estar. Tu pronto asedio
Sostiene mi dolor y anula el tedio

De copa exhausta o apretado vino.
En un alto silencio, un aquilino
Palmo azul de silencio, vivo. En medio
De la infausta paciencia de tu asedio

Abro las jaulas y desbordo el trino.
Por ti cuelgo coronas en los muros;
Por ti soy más fugaz y en los maduros

Soñares aligero tus canciones.

Y te llevo en mi ser y has recogido
La actitud que en Florencias o Bizancios
Consagra sus palomas al olvido.

CARLOS PELLICER "Al dejar un alma"

CARLOS PELLICER
"Al dejar un alma"


Agua crepuscular, agua sedienta,
Se te van como sílabas los pájaros tardíos.
Meciéndose en los álamos el viento te descuentan
La dicha de tus ojos bebiéndose en los míos.

Alié mi pensamiento a tus goces sombríos
Y gusté la dulzura de tus palabras lentas.
Tú alargaste crepúsculos en mis manos sedientas:
Yo devoré en el pan tus trágicos estíos.

Mis manos quedarán húmedas de tu seno.
De mis obstinaciones te quedará el veneno,
Flotante flor de angustia que bautizó el destino.


De nuestros dos silencios ha de brotar un día
El agua luminosa que dé un azul divino
Al fondo de cipreses de tu alma y de la mía.