sábado, 15 de agosto de 2015

MIGUEL HERNÁNDEZ “Beso soy, sombra con sombra”

MIGUEL HERNÁNDEZ
“Beso soy, sombra con sombra”


Beso soy, sombra con sombra.
Beso, dolor con dolor,
Por haberme enamorado.
Corazón sin corazón,
De las cosas, del aliento
Sin sombra de la creación.
Sed con agua en la distancia,
Pero sed alrededor.

Corazón en una copa
Donde me la bebo yo
Y no se lo bebe nadie,
Nadie sabe su sabor.
Odio, vida: ¡cuánto odio
Sólo por amor!

No es posible acariciarte
Con las manos que me dio
El fuego de más deseo,
El ansia de más ardor.
Varias alas, varios vuelos
Abaten en ellas hoy
Hierros que cercan las venas
Y las muerden con rencor.

Por amor, vida, abatido,
Pájaro sin remisión.
Sólo por amor odiado,
Sólo por amor.

Amor, tu bóveda arriba
Y yo abajo siempre, amor,
Sin otra luz que estas ansias,
Sin otra iluminación.
Mírame aquí encadenado,
Escupido, sin calor
A los pies de la tiniebla
Más súbita, más feroz,
Comiendo pan y cuchillo
Como buen trabajador
Y a veces cuchillo solo,
Sólo por amor.

Todo lo que significa
Golondrinas, ascensión,
Claridad, anchura, aire,
Decidido espacio, sol,
Horizonte aleteante,
Sepultado en un rincón.
Espesura, mar, desierto,
Sangre, monte rodador,
Libertades de mi alma
Clamorosas de pasión,
Desfilando por mi cuerpo,
Donde no se quedan, no,
Pero donde se despliegan,
Sólo por amor.

Porque dentro de la triste
Guirnalda del eslabón,
Del sabor a carcelero
Constante y a paredón,
Y a precipicio en acecho,
Alto, alegre, libre soy.
Alto, alegre, libre, libre.
Sólo por amor.


No, no hay cárcel para el hombre.
No podrán atarme, no.
Este mundo de cadenas
Me es pequeño y exterior.
¿Quién encierra una sonrisa?
¿Quién amuralla una voz?
A lo lejos tú, más sola
Que la muerte, la una y yo.
A lo lejos tú, sintiendo
En tus brazos mi prisión,
En tus brazos donde late
La libertad de los dos.
Libre soy, siénteme libre.
Sólo por amor.

MIGUEL HERNÁNDEZ "Besarse"

MIGUEL HERNÁNDEZ
"Besarse"


Besarse, mujer,
Al sol, es besarnos
En toda la vida.

Ascienden los labios
Eléctricamente
Vibrantes los rayos,
Con todo el fulgor
De un sol entre cuatro.

Besarse a la luna,
Mujer, es besarnos
En toda la muerte.


Descienden los labios
Con toda la luna
Pidiendo su ocaso,
Gastada y helada
Y en cuatro pedazos.

viernes, 14 de agosto de 2015

MANUEL GUTIÉRREZ NÁJERA "A un triste"

MANUEL GUTIÉRREZ NÁJERA
"A un triste"


¿Por qué de amor la barca voladora
Con ágil mano detener no quieres,
Y esquivo menosprecias los placeres
De Venus, la impasible vencedora?

A no volver los años juveniles
Huyen como saetas disparadas
Por mano de invisible Sagitario;
Triste vejez, como ladrón nocturno,
Sorpréndenos sin guarda ni defensa,
Y con la extremidad de su arma inmensa,
La copa del placer vuelca Saturno.

¡Aprovecha el minuto y el instante!
Hoy te ofrece rendida la hermosura
De sus hechizos el gentil tesoro,
Y llamándote ufana en la espesura,
Suelta Pomona sus cabellos de oro.

En la popa del barco empavesado
Que navega veloz rumbo a Citeres,
De los amigos del clamor te nombra
Mientras, tendidas en la egipcia alfombra,
Sus crótalos agitan las mujeres.

Deja, por fin, la solitaria playa,
Y coronado de fragantes flores
Descansa en la barquilla de las diosas.
¿Qué importa lo fugaz de los amores?
¡También expiran jóvenes las rosas!

MANUEL GUTIÉRREZ NÁJERA "A la corregidora"

MANUEL GUTIÉRREZ NÁJERA
"A la corregidora"


Al viejo primate, las nubes de incienso;
Al héroe, los himnos; a Dios, el inmenso
De bosques y mares solemne rumor;
Al púgil que vence, la copa murrina;
Al mártir, las palmas; y a ti —la heroína—
Las hojas de acanto y el trébol en flor.

Hay versos de oro y hay notas de plata;
Mas busco, señora, la estrofa escarlata
Que sea toda sangre, la estrofa oriental:
Y húmedas, vivas, calientes y rojas,
A mí se me tienden las trémulas hojas
Que en gráciles redes columpia el rosal.

¡Brotad, nuevas flores! ¡Surgid a la vida!
¡Despliega tus alas, gardenia entumida!
¡Botones, abríos! ¡Oh mirtos, arded!
¡Lucid, amapolas, los ricos briales!
¡Exhúberas rosas, los pérsicos chales
De sedas joyantes al aire tended!

¿Oís un murmullo que, débil, remeda
El frote friolento de cauda de seda
En mármoles tersos o limpio marfil?
¿Oís?... ¡Es la savia fecunda que asciende,
Que hincha los tallos y rompe y enciende
Los rojos capullos del príncipe Abril!

¡Oh noble señora! La tierra te canta
El salmo de vida, y a ti se levanta
El germen despierto y el núbil botón,
El lirio gallardo de cáliz erecto,
Y fúlgido, leve, vibrando, el insecto
Que rasga impaciente su blanda prisión.

La casta azucena, cual tímida monja,
Inciensa tus aras; la dalia se esponja
Como ave impaciente que quiere volar;
Y astuta, prendiendo su encaje a la piedra,
En corvos festones circunda la yedra,
Celosa y constante, señora, tu altar.

El chorro del agua con ímpetu rudo,
En alto su acero, brillante y desnudo,
Bruñido su casco, rizado el airón,
Y el iris por banda, buscándote salta
Cual joven amante que brinca a la alta
Velada cornisa de abierto balcón.

Venid a la fronda que os brinda hospedaje
¡Oh pájaros raudos de rico plumaje!
Los nidos aguardan: ¡venid y cantad!
Cantad a la alondra que dijo al guerrero
El alba anunciando: ¡Desnuda tu acero,
Despierta a los tuyos... es hora... marchad!

jueves, 13 de agosto de 2015

NICOLÁS GUILLÉN "Alma música"

NICOLÁS GUILLÉN 
"Alma música"


Yo soy borracho. Me seduce el vino
Luminoso y azul de la Quimera
Que pone una explosión de Primavera
Sobre mi corazón y mi destino.
Tengo el alma hecha ritmo y armonía;
Todo en mi ser es música y es canto,
Desde el réquiem tristísimo de llanto
Hasta el trino triunfal de la alegría.

Y no porque la vida mi alma muerda
Ha de rimar su ritmo mi alma loca:
Aún mas que por la mano que la toca
La cuerda vibra y canta porque es cuerda.
Así, cuando la negra y dura zarpa
De la muerte destroce el pecho mío,
Mi espíritu ha de ser en el vacío
Cual la postrera vibración de un arpa.
Y ya de nuevo en el astral camino
Concretara sus ansias de armonía
En la cascada de una sinfonía,
O en la alegría musical de un trino.

NICOLÁS GUILLÉN "Agua del recuerdo"

NICOLÁS GUILLÉN 
"Agua del recuerdo"


¿Cuándo fue?
No lo sé.
Agua del recuerdo
Voy a navegar.

Pasó una mulata de oro,
Y yo la miré al pasar:
Moño de seda en la nuca,
Bata de cristal,
Niña de espalda reciente,
Tacón de reciente andar.

Caña
(Febril le dije en mí mismo),
Caña
Temblando sobre el abismo,
¿Quién te empujará?
¿Qué cortador con su mocha
Te cortará?
¿Qué ingenio con su trapiche
Te molerá?

El tiempo corrió después,
Corrió el tiempo sin cesar,
Yo para allá, para aquí,
Yo para aquí, para allá,
Para allá, para aquí,
Para aquí, para allá...

Nada sé, nada se sabe,
Ni nada sabré jamás,
Nada han dicho los periódicos,
Nada pude averiguar,
De aquella mulata de oro
Que una vez miré al pasar,
Moño de seda en la nuca,
Bata de cristal,
Niña de espalda reciente,
Tacón de reciente andar.

miércoles, 12 de agosto de 2015

ENRIQUE GONZÁLEZ MARTÍNEZ "Busca en todas las cosas un alma y un sentido"

ENRIQUE GONZÁLEZ MARTÍNEZ "Busca en todas las cosas un alma y un sentido"


Busca en todas las cosas un alma y un sentido
Oculto; no te ciñas a la apariencia vana;
Husmea, sigue el rastro de la verdad arcana,
Escudriñante el ojo y aguzado el oído.

No seas como el necio, que al mirar la virgínea
Imperfección del mármol que la arcilla aprisiona,
Queda sordo a la entraña de la piedra, que entona
En recóndito ritmo la canción de la línea.

Ama todo lo grácil de la vida, la calma
De la flor que se mece, el color, el paisaje.
Ya sabrás poco a poco descifrar su lenguaje...
¡Oh divino coloquio de las cosas y el alma!

Hay en todos los seres una blanda sonrisa,
Un dolor inefable o un misterio sombrío.
¿Sabes tú si son lágrimas las gotas de rocío?
¿Sabes tú qué secreto va contando la brisa?

Atan hebras sutiles a las cosas distantes;
Al acento lejano corresponde otro acento.
¿Sabes tú donde lleva los suspiros el viento?
¿Sabes tú si son almas las estrellas errantes?

No desdeñes al pájaro de argentina garganta
Que se queja en la tarde, que salmodia a la aurora.
Es un alma que canta y es un alma que llora...
¡Y sabrá por qué llora, y sabrá por qué canta!

Busca en todas las cosas el oculto sentido;
Lo hallarás cuando logres comprender su lenguaje;
Cuando sientas el alma colosal del paisaje
Y los ayes lanzados por el árbol herido...