viernes, 7 de agosto de 2015

RAÚL GÓMEZ JATTIN "Consolación"

RAÚL GÓMEZ JATTIN 
"Consolación"


Cuánta congoja agazapada
Llevas, Eusebio
El paisaje moral de tus contemporáneos
Te afectó como una lepra blanca.

Eres demasiado sensible, muchacho
Recógete en los libros,
En tu alquimia,
En el calor de tu madre.


El resto no vale la pena, Eusebio
Son fantasmas
Muchedumbres de fantasmas ebrios.

miércoles, 5 de agosto de 2015

OLIVERIO GIRONDO “Calle de las sierpes”

OLIVERIO GIRONDO “Calle de las sierpes”



A D. Ramón Gómez de la Serna.

Una corriente de brazos y de espaldas
Nos encauza
Y nos hace desembocar
Bajo los abanicos,
Las pipas,
Los anteojos enormes
Colgados en medio de la calle;
Únicos testimonios de una raza
Desaparecida de gigantes.

Sentados al borde de las sillas,
Cual si fueran a dar un brinco
Y ponerse a bailar,
Los parroquianos de los cafés
Aplauden la actividad del camarero,
Mientras los limpiabotas les lustran los zapatos
Hasta que pueda leerse
El anuncio de la corrida del domingo.

Con sus caras de mascarón de proa,
El habano hace las veces de bauprés,
Los hacendados penetran
En los despachos de bebidas,
A muletear los argumentos
Como si entraran a matar;
Y acodados en los mostradores,
Que simulan barreras,
Brindan a la concurrencia
El miura disecado
Que asoma la cabeza en la pared.

Ceñidos en sus capas, como toreros,
Los curas entran en las peluquerías
A afeitarse en cuatrocientos espejos a la vez
Y cuando salen a la calle
Ya tienen una barba de tres días.

En los invernáculos
Edificados por los círculos,
La pereza se da como en ninguna parte
Y los socios la ingieren
Con churros o con horchata,
Para encallar en los sillones
Sus abulias y sus laxitudes de fantoches.


Cada doscientos cuarenta y siete hombres,
Trescientos doce curas
Y doscientos noventa y tres soldados,
Pasa una mujer.
A medida que nos aproximamos
Las piedras se van dando mejor.

OLIVERIO GIRONDO "Azotadme”

OLIVERIO GIRONDO 
"Azotadme”


Aquí estoy,
¡Azotadme!
Merezco que me azoten.

No lamí la rompiente,
La sombra de las vacas,
Las espinas,
La lluvia;
Con fervor,
Durante años;
Descalzo,
Estremecido,
Absorto,
Iluminado.

No me postré ante el barro,
Ante el misterio intacto
Del polen,
De la cama,
Del gusano,
Del pasto;
Por timidez,
Por miedo,
Por pudor,
Por cansancio.

No adoré los pesebres,
Las ventanas heridas,
Los ojos de los burros,
Los manzanos,
El alba;
Sin restricción,
De hinojos,
Entregado,
Desnudo,
Con los poros erectos,
Con los brazos al viento,
Delirante,
Sombrío;
En comunión de espanto,
De humildad,
De ignorancia,

Como hubiera deseado.

¡Como hubiera deseado!

lunes, 3 de agosto de 2015

JUAN GELMAN "Ausencia de amor"

JUAN GELMAN 
"Ausencia de amor"


Cómo será pregunto. 
Cómo será tocarte a mi costado. 
Ando de loco por el aire 
Que ando que no ando.

Cómo será acostarme 
En tu país de pechos tan lejano. 
Ando de pobre cristo a tu recuerdo 
Clavado, reclavado.

Será ya como sea. 
Tal vez me estalle el cuerpo todo lo que he esperado. 
Me comerás entonces dulcemente 
Pedazo por pedazo.

Seré lo que debiera. 
Tu pie. Tu mano.

JUAN GELMAN “Alza tus brazos...”

JUAN GELMAN 
Alza tus brazos...”


Alza tus brazos, 
ellos encierran a la noche,
desátala sobre mi sed,
tambor, tambor, mi fuego.

Que la noche nos cubra con una campana,
que suene suavemente a cada golpe del amor.

Entiérrame la sombra, lávame con ceniza,
cávame del dolor, límpiame el aire:
yo quiero amarte libre.

Tú destruyes el mundo para que esto suceda
tu comienzas el mundo para que esto suceda.

sábado, 1 de agosto de 2015

ANTONIO GALA Arrebátame, amor, águila esquiva

ANTONIO GALA  
Arrebátame, amor, águila esquiva


Arrebátame, amor, águila esquiva,
Mátame a desgarrón y a dentellada,
Que tengo ya la queja amordazada
Y entre tus garras la intención cautiva.

No finjas más, no ocultes la excesiva
Hambre de mí que te arde en la mirada.
No gires más la faz desmemoriada
Y muerde de una vez la carne viva.

Batir tu vuelo siento impenetrable,
En retirada siempre y al acecho.
Tu sed eterna y ágil desafío.

Pues que eres al olvido invulnerable,
Vulnérame ya, amor, deshazme el pecho
Y anida en él, demonio y ángel mío.

ANTONIO GALA Alargaba la mano y te tocaba

ANTONIO GALA  
Alargaba la mano y te tocaba


Alargaba la mano y te tocaba.
Te tocaba: rozaba tu frontera,
El suave sitio donde tú terminas,
Sólo míos el aire y mi ternura.
Tú moras en lugares indecibles,
Indescifrable mar, lejana luz
Que no puede apresarse.
Te me escapabas, de cristal y aroma,
Por el aire, que entraba y que salía,
Dueño de ti por dentro. Y yo quedaba fuera,
En el dintel de siempre, prisionero
De la celda exterior.

La libertad
Hubiera sido herir tu pensamiento,
Trasponer el umbral de tu mirada,
Ser tú, ser tú de otra manera. Abrirte,
Como una flor, la infancia , y aspirar
Su esencia y devorarla. Hacer
Comunes humo y piedra. Revocar
El mandato de ser. Entrar. Entrarnos
Uno en el otro. Trasponer los últimos
Límites. Reunirnos...

Alargaba la mano y te tocaba.
Tú mirabas la luz y la gavilla.
Eras luz y gavilla, plenitud
En ti misma, rotunda como el mundo.
Caricias no valían, ni cuchillos,
Ni cálidas mareas. Tú, allí, a solas,
Sonriente, apartada, eterna tú.
Y yo, eterno, apartado, sonriente,
Remitiéndote pactos inservibles,
Alianzas de cera.

Todo estuvo de nuestra parte, pero
Cuál era nuestra parte, el punto
De coincidencia, el tacto
Que pudo ser llamado sólo nuestro.

Una voz, en la calle, llama y otra
Le responde. Dos manos se entrelazan.
Uno en otro, los labios se acomodan;
Los cuerpos se acomodan. Abril, clásico,
Se abate, emperador de los encuentros.
¿Esto era amor? La soledad no sabe
Qué responder: persiste, tiembla, anhela
Destruirse. Impaciente
Se derrama en las manos ofrecidas.
Una voz en la calle... Cuánto olor,
Cuánto escenario para nada. Miro
Tus ojos. Yo miro los ojos tuyos;
Tú, los míos: ¿esto se llama amor?

Permanecemos. Sí, permanecemos
No indiferentes, pero diferentes. Somos
Tú y yo: los dos, desde la orilla
De la corriente, solos, desvalidos,
La piel alzada como un muro, solos
Tú y yo, sin fuerza ya, sin esperanza.
Idénticos en todo,
Sólo en amor distintos.
La tristeza, sedosa, nos envuelve
Como una niebla: ése es el lazo único;
Esa la patria en que nos encontramos.
Por fin te identifico con mis huesos
En el candor de la desesperanza.
Aquí estamos nosotros: desvaídos
Los dos, borrados, más difíciles,
A punto de no ser... ¿Amor es esto?
¿Acaso amor es esta no existencia
De tanto ser? ¿Es este desvivirse
Por vivir? Ya desangrado
De mí, ya inmóvil en ti, ya
Alterado, el recuerdo se reanuda.
Se reanuda la inútil existencia...
Y alargaba la mano y te tocaba.